Número 136 // Septiembre 2023

Barbie cósmica

Por DAVID EUFRASIO GUZMÁN

¿Qué tan noble hay que ser, solitaria amazona sin falda ni bestia, para ofrecer tu mano con ese entusiasmo y a la vez con ese dolor que supone la descoyuntura de tu pierna de azúcar glaseada? O tal vez es la lona de sospechosa transparencia que el viento vuelca sobre ti, carasucia, lo que quieres apartar con tu mano firme y decidida mientras el sol fija aún más tus tiñas. Lejos estás de otras amables criaturas de vientre duro y risa fácil que te hagan más llevadera la experiencia, pero pareces disfrutar la espera, la espera del amor, que no es más que el camino hacia una nueva vida. Estás sola en esto hasta que alguien venga a rescatarte de este planeta inhóspito, rastrero y luminoso que ni te rechaza ni te pertenece. Sé que quieres, y mereces, volver a los dramas que te hacen brillar y a las manos y a las repisas en las que brillas.

Tus danzas y tus andanzas te han dejado cicatrices, sonriente bailarina del espacio, los tobillos blandos, unas primeras mordeduras en el brazo cuando aún vivías en casa, tal vez, raspones posteriores en el codo, elongación brusca del cuello, uno que otro candelazo. ¿En qué momento tu vida empezó a ser tan difícil? Todo se vino abajo después de que te separaran de tu Pegaso, ese azabache en el que sobrevolabas constelaciones y campos siderales; lo extrañaste en la mudanza, fuiste a la caja equivocada y poco a poco perdiste el tutú de malla azul celeste, tu diadema fina y dorada, y por supuesto, esa fantástica tiara, que cuando no estaba sobre tu cabeza era el anillo de tu niña diosa. Y de tajo vino la calle, ese universo donde tu cabello largo y sedoso algún día decorado en un clásico bollo de ballet se convirtió en chamizo seco y curtido como la crin de tu brocha. Pero has nacido para perdurar, cenicienta del pavimento, aún te brillan los ojos, y la boca rosa roja, y tu elegante corpiño, aunque es tu único vestido, también es potente armadura. Porque desde hace mucho conoces lo que es la guerra, y de ella has salido airosa.