Una muñeca que te desafía desde la seguridad de su belleza. Mientras los accesorios resultan onomatopeyas de heridas y dolor, el rostro es perfecto, pulido y lustrado sin la menor cicatriz ni huella de horror.
Una muñeca que te desafía desde la seguridad de su belleza. Mientras los accesorios resultan onomatopeyas de heridas y dolor, el rostro es perfecto, pulido y lustrado sin la menor cicatriz ni huella de horror.