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¡SEÑORA ANTIMINGA NIEGA APELLIDO INDÍGENA!
Medellín (APin). Ayer en la tarde, durante una discusión virtual sobre la estadía de la minga en Medellín, la contadora pública Hilda Higuita, de 58 años, respondió airada a un sobrino que le recordó el origen indígena de su apellido.
“A mí que no me venga este muchachito a calumniar la familia, que nosotros somos de Medellín y como casi todos en Colombia somos descendientes de españoles, lo demás que digan son fei niús”, declaró doña Hilda todavía un poco molesta.
Salomé Vélez Higuita, sobrina de Hilda y testigo de los hechos, relató: “Mi tía estaba escribiendo cosas todas feas contra la minga y Camilín le dijo que no olvidara que el apellido de nosotros venía de comunidades ancestrales del occidente de Antioquia, ¡y se pegó qué enojada!”.
APin habló con Camilo Higuita, el sobrino afectado, quien afirmó que en su familia siempre han negado las raíces indígenas: “Yo les he demostrado que Colombia es el país con más Higuitas, lejos, los poquitos que hay afuera son inmigrantes colombianos pero eso les da rabia”, dijo.
Al cierre de este informe, doña Hilda mantenía su posición: “Que sea bajita y morena no quiere decir que sea india, hay españoles que también son así”, dijo la mujer, quien además aseguró haber visto alguna vez el escudo “real” de su apellido.
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¡SE DESVÍA DE MARCHA PARA NO PASAR POR LA CASA DE LA MAMÁ!
Medellín (APin). Ayer, cuando la marcha en la que participaba se perfiló para pasar frente al edificio donde vive su mamá, en el barrio El Poblado de Medellín, la bajista Claudia Garcés se alejó de la multitud y tomó una ruta alterna.
“Venía tranquila pero cuando doblamos la esquina alcancé a ver a Jairo, el portero del edificio, y me asusté”, declaró Garcés. Según informó su amiga Ana Gallo, “Clau estaba sufriendo porque su mamá de pronto la veía desde el balcón. Esa señora es capaz de gritarle”, especuló.
APin conoció en exclusiva que Claudia se alcanzó a imaginar a su madre lanzando algún objeto contundente contra la marcha. “O una bolsa con orines, qué sé yo, ella no soporta la protesta, menos que le pase por la casa, no entiende que la gente se cansó de este gobierno”, dijo.
Mientras Claudia y Ana se escabullían y subían una cuadra más, este reportero registró visualmente el temido balcón en el piso siete, donde pudo constatar la presencia de dos señoras que oteaban el paso de los marchantes, una de ellas con binoculares y la otra de brazos cruzados.
“Debe ser mi tía Nora”, informó Garcés, quien minutos después encontró una llamada perdida de su mamá. “Estoy ensayando”, le contestó por WhatsApp. Sobre el miedo a ser divisada por su progenitora, la bajista dijo: “Ella sospecha que ando protestando pero mejor no confirmárselo”.
