Ilustración de LAURA MONTOYA
.
Te regalo el pico
de un cucarrón gorgojo;
un sanjuanero, un aceitero,
el insecto que inculca su vinagre
en el corazón de los chontaduros.
..
Cuando un niño nace
se le obsequia el pico de un cucarrón rinoceronte
para que revuelque el barro
con la frente,
para que tome el color
del oro enderezado
aquel que habrá de sepultar
su cuerpo achajuanado.
…
Cuando el cucarrón mata la palma
las hojas abandonan el amarillo
y toman un color pardo
como la nieve de mangos
que acumulan la muerte
en las naguas de sus penachos.
… .
La flor del chontaduro,
espesa como el mucílago,
se vierte como espuma de leche derramada
entre moldes de cascarones
y excrementos.
Allí se cuece el cucarrón bronceado,
con su cornamenta,
abriendo los cartílagos
donde escucha la tierra.
.
El humo
arremolina
el canto del cucarachero,
como la hojarasca
crea un conducto
para desangrar al viento.
..
Nace una avispa,
en la víspera de los racimos,
que se asemeja a la larva del viento
o al parto inflamado
del marañón.
El que no camina descalzo
no recoge polvo
como la avispa no recolecta polen
todo se adhiere a su inicio,
la piel al polvo, la culebra al tronco,
la cola solo se encuentra
en las vértebras
de su origen.
*Estos poemas hacen parte del libro Piel tumbaga, Atarraya, 2023.
Etiquetas: Laura Montoya , pëkyu
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