Identifíquese. Es el mismo día, todos los días. La gente en su puesto, ni un metro más, ni uno menos, eso podría ocasionar la terrible catástrofe. Ni se le ocurra estornudar en su baldosa, eso es un deporte de alto riesgo, podría usted, sin querer, envenenar el aire del otro, y mandarlo al más allá. Siga el camino de las huellas del suelo, no anteceda ninguna hasta llegar a la caja registradora, mientras, puede ir pensando en cómo está de distinto el supermercado o si debe comprar una botella más de vino. Si acepta la segunda, haga señas a las personas de atrás, no pronuncie una palabra, nadie le va a oír aunque grite. No se preocupe por su puesto, nadie se colará, ninguno va a querer ocupar lo que el otro tocó antes. Regrese a su sitio, un poquito de alcohol, como quien no quiere la cosa, y retírese. El policía llegará a pedirle la cédula, usted agarré bien sus botellas, llámele la atención al agente, el cual no está parado a la distancia de la baldosa amarilla.