Nuestra pandemia expuesta

Como el óxido, que logra invadirlo todo con paciencia. O al estilo solapado y eficiente de las lloviznas mojabobos, de pronto un día despertamos y la pandemia ya estaba aquí. Y todos estábamos empapados.

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Una lora, un amor y tres versiones

En medio del océano de imágenes que conserva el Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto hay un mar de parejas posando juntas frente a la cámara. Y entre todas ellas, hay solo una que incluye —además de un hombre y una mujer— una lora. Pero, ¿cómo pasó esto que vemos?

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Soldado y aplomo

El hombre que vemos aquí bien podría ser un militar. O un actor, un cargamaletas o un borracho. O todas las anteriores: al fin y al cabo un poco de todo eso había que tener para echarle el cuerpo a la guerra en la Colombia del siglo antepasado. O en la de cualquier otro siglo.

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¿Qué hacemos con las estatuas?

No vamos a minimizar la crueldad de la conquista ni a ignorar el abandono que históricamente han vivido las comunidades originarias. Es una disputa cultural en días de posturas para algunos irreconciliables y en medio de ellas, las estatuas, su significado, su cuidado, su derribamiento…

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34 hombres y una mujer

por FEDERICO RUIZ // Es 1946 y están a punto de graduarse en Medicina. Todos importan, pero ella mucho más. En una época de dogmas según los cuales las mujeres tenían el destino marcado (el hogar, el esposo, los hijos), Klara Glottman eligió las ciencias. ¿Quién fue?

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¿En serio hablamos de zapatos?

Claro que sí. Hasta 1950 Colombia era un país rural, donde era común que los hombres anduvieran sin zapatos o que los usaran solo para ir a misa. Las mujeres, flexibles para adoptar nuevas ideas, decidieron ponerse botas y botines mucho antes… ¿Cómo lo sabemos?

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Morir en Medellín hace cien años

En 1900 la vida era frágil y las condiciones eran incluso precarias para muchos, así que morir siendo bebé, pequeño, adolescente o mayor era un asunto altamente probable que se aceptaba como voluntad de Dios y se recibía con ceremonias y ritos que variaban según la edad y las posibilidades económicas del fallecido.

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Mano de obra femenina bajo la mirada del Sagrado Corazón

por MARÍA ALEJANDRA BUILES // En las primeras décadas del siglo XX oleadas de mujeres de la clase baja caminaron a pie limpio, con costales a cuestas hasta llegar a la ciudad en busca de empleo. La joven fémina destacada por su fuerza y vigorosidad fue el prototipo femenino preferido para los empresarios emergentes con anhelo de progreso industrial.

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Los muertos de nadie

por MARIA ALEJANDRA BUILES // El Cementerio Universal empezó a conocerse como el de los N. N., en latín nomen nescio, es decir, “sin nombre”. Los anónimos del Universal configuraron un universo de signos y símbolos que develan la tragedia de una ciudad en guerra, cuerpos jóvenes, huesos trajinados entre el ir y venir de una fosa a otra, para terminar calcinados, desaparecidos, lejos de sus seres, ausentes. Cadáveres de nadie.

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Letras y Encajes: revista para muchachas de buena sociedad

Letras y Encajes: revista para muchachas de buena sociedad

por MARÍA ALEJANDRA BUILES // En los años veinte un grupo de mujeres “revoltosas” empezaron a sonar con fuerza en la literatura antioqueña. En aquel entonces eran contadas las mujeres que se atrevían a hablar más allá de temas de etiqueta, belleza y las aclamadas “artes culinarias”.

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Juego, derivas, recorridos, truncos, palimpsesto

por JORGE IVÁN AGUDELO // Veo la foto, y aunque sé que es Medellín, su plaza, una época lejana, lo que taladra, en azaroso contrapunto, es la sentencia de Juan Rulfo, su descripción de otro pueblo, de Luvina: “Yo diría que es el lugar donde anida la tristeza”.

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Leer, o no, en la biblioteca

por JORGE IVÁN AGUDELO // Avanzando en su diario, Piglia sentencia: para leer hay que aprender a estar quieto. Y los protagonistas de la foto, que a su manera también leen, detenidos en 1962, en su infancia, se mueven, o, para ser más precisos, parecen moverse, expresar bellos desacomodos, gestos sin cálculo, contrarios a lo uniforme o a las poses.

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